AREZZO, ITALIA – 2021

El histórico puente de Buriano, que cruza el río Arno, ha sido una fuente de inspiración para artistas y escritores durante siglos, y su presencia dentro de la Reserva Regional Ponte Buriano e Penna unifica de forma ideal los conceptos de cultura y naturaleza dentro del parque. ASDEA S.r.l. participó en el concurso de diseño organizado por la Provincia de Arezzo como mandataria de un grupo de profesionales unidos en RTP, y quedó en tercer lugar gracias a su innovador proyecto para el nuevo puente de Buriano. El tema del concurso requería no sólo el diseño de un nuevo puente, sino también la reurbanización de los espacios inferiores a lo largo de las orillas y un posicionamiento coherente del puente en el contexto de la reserva natural y la zona turística, poniendo un nuevo énfasis en toda la zona como lugar para la movilidad lenta y sostenible, integrando y ampliando la zona para bicicletas y peatones existente.

La propuesta del equipo de diseño consiste en la construcción de un puente de cinco vanos, de 25, 35, 70 y 25 metros respectivamente, que se inserta en el nuevo trazado del tráfico. El diseño del nuevo sistema de carreteras crea una dirección de sur a norte que se inserta en una zona predominantemente agrícola-productiva y, tras pasar el Puente Nuevo, continúa hacia la carretera provincial SP nº 56 «dello Spicchio» a la que se une con una intersección en forma de rotonda. La misma SP nº 56, en dirección oeste hacia el pueblo de Ponte Buriano, se acondicionará para dar cabida tanto al flujo de tráfico de la SP nº 1 como al carril bici procedente de Ponte Buriano.

Map of proposed transportation solution

El tramo de la carretera principal nº 1, que ya no está sometido al tráfico masivo de usuarios que vienen o van a Arezzo por Ponte Buriano, adquiere así un nuevo significado, convirtiéndose en un lugar privilegiado para la movilidad lenta y sostenible, así como en una pieza integradora de la red ciclista y peatonal más amplia que ya se ha desarrollado en esta zona.

Dada la incomparable belleza de la zona, nuestro objetivo era diseñar un puente que no fuera intrusivo, una estructura que se integrara completamente en el paisaje. El equipo de diseño evaluó cuidadosamente las distintas posibilidades antes de optar por una estructura de cinco vanos. La ventaja de esta solución radica en que la anchura del vano central es tal que no es necesario insertar pilares en el lecho del río, por lo que la estructura no interfiere en modo alguno con el curso natural del río. Otra peculiaridad se refiere a la idea de trabajar sobre la calidad de los pilares, utilizando uno de ellos tanto como elemento de soporte natural del puente como de conexión con el paso ciclista-peatonal. De hecho, la forma arqueada y los asientos integrados crean un punto de descanso para los usuarios de esta área de descanso única e innovadora.

Además, en consonancia con la idea de un puente que estuviera en total armonía con el paisaje circundante y no comprometiera la belleza bucólica del lugar, la infraestructura en su diseño está dotada de láminas metálicas reflectantes, lo que la hace casi invisible y, por tanto, perfectamente integrada en el maravilloso paisaje del lugar. Se eligió un metal reflectante para el armazón del puente, de modo que el juego de luces creado en su superficie por el movimiento del sol en el cielo y el cambio de las estaciones diera la impresión de un color cambiante. De este modo, el puente encarna todos los matices del cielo, desde el azul de un día claro hasta el gris de las nubes, el verde intenso del follaje de los árboles y la vegetación, el amarillo y los verdes más suaves de los campos cultivados y, por último, los reflejos metálicos del agua del Arno. Tras un minucioso estudio de los materiales, la elección recayó en una superficie de aluminio con un acabado microfacetado y no espejado, para evitar la producción de reflejos indeseados, que podrían molestar a la fauna.

Otro rasgo innovador de la propuesta es la idea de utilizar toda la gama de colores naturales y el concepto de luminosidad como hilo conductor de toda la obra, incorporando estratégicamente elementos fotoluminiscentes en la estructura.

El proyecto incluye la inserción en la estructura de una banda central hecha de resinas epoxi: los rayos del sol son absorbidos durante las horas de luz y luego liberados durante la noche, creando una difusa luminiscencia verde-oro que sigue siendo el único signo tangible de la presencia del puente en la zona. Esta solución es útil en un sentido práctico para los ciclistas que cruzan la zona en condiciones de baja visibilidad, y es ecológica, ya que no contribuye a la contaminación lumínica. Al mismo tiempo, el recorrido turístico del museo al aire libre, situado dentro de la reserva natural, se ilumina con elementos luminiscentes colocados en determinados puntos clave, como los arcos situados sobre las áreas de descanso de la orilla del río, que, con la suave luminiscencia de la pila de arcos, evocan el pequeño brillo de las luciérnagas de verano.

El resultado es una obra de asombrosa sencillez, un punto focal de la arquitectura moderna que se integra de forma natural en el paisaje circundante, un discreto testigo del paso del tiempo. El nuevo puente diseñado representa perfectamente el concepto inicial del equipo de diseño, que es capaz de relacionarse perfectamente con el puente de Buriano.